25.8.09

Qué es la drogadicción?

Podemos entender a la drogadicción, como aquella enfermedad que consiste en la adicción o dependencia a ciertas sustancia tóxicas para nuestro organismo, las cuales afectan en distintos grados a nuestro sistema nerviosos central, al igual que varias de nuestras funciones cerebrales. Todo lo anteriormente manifestado, produce efectos a nivel fisiológico y psíquico, que se manifiestan en alteraciones del comportamiento, de las emociones, de el juicio y la percepción del medio ambiente que nos rodea.
El consumos drogas, dependiendo del tipo en cuestión, lleva a que la persona padezca de euforia y/o alucinaciones, y en los momentos de abstinencia se experimenta desesperación, angustia y depresión. En algunos casos extremos de drogadicción, el consumo de drogas puede llevar a la locura permanente y/o la muerte de la persona.
Con respecto a la historia de la drogadicción, podemos señalar que el uso de las drogas no es sólo una cuestión del presente o de décadas recientes, sino que podemos encontrar sugerencias de su uso desde la prehistoria. En el siglo II después de Cristo, los galenos utilizaban al opio, como una forma de aquietar el dolor de los enfermos.
Asimismo, los derivados del cannabis, fueron utilizados hace muchísimos años atrás. Es así, como varios siglos antes de la era actual, en China, Asiria y la India, estos eran utilizados como una forma de alcanzar estados de éxtasis o supuestos estados subliminales. Muchas culturas utilizaron las drogas con fines rituales, pero en ambientes altamente controlados y sólo por personas especialmente designadas. Por estos motivos no se conoce que existieran casos de dependencia a estas substancias.
Más adelante, a mediados del siglo XIX, irrumpió con fuerza el consumo de la morfina. Principalmente, por medio de la invención de la jeringa, en el año de 1850. Muchos de los adictos, comenzaban a utilizarla, como una manera de calmar sus dolores fisiológicos, pero muchos terminaron siendo adictos a la misma.
Más adelante, ya en el siglo XX, aparecería la heroína y la cocaína. La heroína, nace por como un derivado de la morfina, la cual fue utilizada como calmante, durante la Primera Guerra Mundial. La heroína, en fuertes dosis, es mucho más tóxica que la morfina y produce una dependencia física, bastante más fuerte que la morfina. Es así, como la heroína, es la droga que causa la mayor cantidad de muertes, por medio de sobredosis mortales.
Con respecto a la cocaína, se puede mencionar que esta también debió su difusión al interés médico que generó en sus inicios, porque de hecho se trató del primer anestésico local verdaderamente eficaz. Este descubrimiento, como tal, fue utilizado por Segmund Freud, quien utilizaba pequeñas dosis de cocaína, para anestesiar zonas específicas en el cuerpo. Su trabajo al respecto, llegó a oídos de un oftalmólogo, llamado Koeller, quien probó las cualidades anestésicas de la cocaína, en una incisión realizada en el ojo de una animal, lo cual resultó un completo éxito. Es así, como hoy en día se reconoce a Koeller, como quien descubrió esta capacidad de la cocaína. Aquello ocurría a mediados de 1914. Lamentablemente hoy conocemos a la cocaína por los terribles efectos que produce en el adicto, y en el círculo de personas que lo rodean.
En cuanto a la dependencia característica de la drogadicción, esta puede ser de dos tipos. Tenemos la dependencia psíquica y la física. Con respecto a la dependencia psíquica, se señala que esta se debe, al fuerte estado de euforia que producen la mayoría de las drogas existentes, lo que es utilizado como un vehículo para evadir la realidad. Es así, como el drogadicto necesitará constantemente consumir drogas, para poder evadirse y mantener en alto, el estado de euforia anteriormente señalado. Por lo mismo, si no logra conseguirlas, la persona sufrirá de un fuerte quiebre emocional. En cuanto a la dependencia física, esta se basa en un proceso fisiológico, ya que es el cuerpo el que se hace dependiente, de manera directa, del consumo de drogas. Esto es lo mismo, que les ocurre a las personas que sufren de tabaquismo, las cuales de manera fisiológica, se hacen dependientes de la nicotina. Es por lo mismo, que la persona que consume drogas y es drogadicta, sufriendo de dependencia física, sentirá fuertes trastornos fisiológicos, al minuto de interrumpir la ingesta de drogas. Esto en términos médicos, es ampliamente conocido como síndrome de abstinencia.

Ahora estudiaremos algunas de las drogas más utilizadas. La heroína es una droga en forma de polvo, el cual es cristalino, blanco, inodoro y muy fino. La heroína, por lo general, es consumida por medio de comprimidos o aspirada por la nariz, aún cuando la manera más recurrente, es de manera líquida, introducida al torrente sanguíneo a través de inyecciones. Con respecto a sus efectos, estos son los mismos que los de la morfina, pero potenciados. Su efecto principal, es la depresión del sistema nervioso central. Produce dependencia psíquica y fisiológica, aparte de crear una rápida tolerancia del organismo, lo que lleva a desear dosis cada vez mayores.
Por otra parte, tenemos al clorhidrato de cocaína. Dentro de sus componentes, está la acetona, el ácido clorhídrico, cloroformo, metimetilo acetona, eter etílico y gas cloruro de hidrógeno. La cocaína es un estimulante del sistema nervioso central y produce euforia, sensación de gran fuerza física, y excitación, entre otros efectos. La cocaína, se introduce al organismo, por medio de las vías respiratorias. La dependencia que produce es principalmente psíquica, por los estados de euforia y aumento de la autoestima que produce. Puede producir alteraciones al sistema cardiovascular y/o al respiratorio. Si se introduce por medio del torrente sanguíneo, puede producir una fuerte dependencia física. Su consumo continuo, puede producir, fuertes estados de paranoia. Los cuales no cesan al interrumpir su consumo. Hasta 1903 el extracto de la hoja de cocaina estuvo presente en la fórmula de la Coca-Cola, pero fue reempazado por cafeína, al comenzar a conocerse ampliamente los peligros en el consumo de la droga.
De igual manera, tenemos al crack, el cual es un derivado de la cocaína. Este se forma por medio del clorhidrato de cocaína, el cual es mezclado con carbonato de sodio y agua. A esta mezcla, se le aplica un fuerte golpe de calor, y luego, se le aplica un rápido golpe de frió. Con esto, la mezcla anteriormente señalada, se cristaliza. Estos cristales, son luego fumados usando pipas de agua. Sus efectos son muchísimo más potentes que los de la cocaína. Por lo mismo, es una de las drogas, que más rápidamente puede producir adicción. Por todo esto, el peligro de una sobredosis, está bastante más latente, que con otras drogas.
También tenemos a las anfetaminas, las drogas más utilizadas, para provocar estados de euforia, entre los drogadictos. Son altamente utilizadas, como un medio de apaciguar el hambre, el cansancio y la fatiga. El problema, es que una vez acabados sus efectos, las anfetaminas provocan fuertes cuadros de cansancio y depresión. Si una persona se intoxica con las mismas, puede presentar alucinaciones, irritabilidad, insomnio y confusión mental. Al consumir dosis, mayores a los 30 miligramos, puede producirse la muerte de quien las ingiere. La dependencia de las anfetaminas, es psíquica.
Dentro de los alucinógenos más conocidos, está el LSD-25. Más conocido como “ácido”. El LSD, proviene de un hongo, el cual se llama cornezuelo de centeno. La forma más usual de consumirlo, es por medio de papel secante, en forma de cuadrados, que se coloca en zonas de alta irrigación sanguínea, como debajo de la lengua.
El LSD, no crea dependencia física, sino que psíquica. Uno de los puntos más graves en el consumo del LSD, es que puede provocar alucinaciones, sin haber sido ingerido, en las últimas horas. Lo que ordinariamente, se conoce como “flashback”. Como efectos adversos, tenemos ideas suicidas, tendencias sumamente agresivas, fuertes delirios de persecución, etc.
Las sustancias psicoactivas o adictivas pueden actuar en el sistema nervioso central, en virtud de la existencia de ciertos componentes de la superficie de la célula cerebral, conocidos como receptores, sobre los cuales se fijan, para luego actuar sobre el interior de la célula nerviosa.
Así, entonces, en cuanto al mecanismo de acción, la cocaína incrementa la liberación hacia el torrente sanguíneo de dopamina, una de las sustancias que permiten la transmisión de los impulsos nerviosos. Los opiáceos (derivados del opio) disminuyen la actividad de un tipo particular de neuronas (noradrenérgicas), con lo que se produce un incremento de la actividad generada por la adrenalina, lo cual se traduce en excitación general del organismo, y se manifiesta, por ejemplo, con dilatación de las pupilas e incremento del ritmo cardíaco.
Los alucinógenos como LSD (ácido lisérgico) activan las vías que utilizan serotonina como neurotransmisor y que controla funciones tales como el apetito y el control de los impulsos. De ahí que los adictos al LSD sean protagonistas de historias de crímenes violentos.
Las benzodiazepinas y los barbitúricos, entre tanto, actúan sobre el ácido GABA, una sustancia que tiene funciones inhibidoras en numerosos circuitos del sistema nervioso central.
Dentro de los cambios en el comportamiento, que podrían sugerir que una persona sufre de drogadicción, están los siguientes:
-Exceso de mal humor. Irritabilidad. Susceptibilidad.
-Repentina caída en el rendimiento académico o laboral.
-Descuido en el aspecto y aseo personal.
-Desaparición de objetos de valor o dinero en casa.
-Temblores, insomnio, aspecto somnoliento o adormilado, lenguaje incoherente.
-Depresión, apatía, desgano, falta de motivación.
-Incapacidad de cumplir con las responsabilidades.
-Aislamiento del grupo habitual de amigos.
-Hábitos antisociales, como mentir, robar o pelear.
-Crisis nerviosas.
-Pérdida del apetito.
Con respecto a los tratamientos a seguir, para que una persona drogadicta, deje su adicción, estos por lo general son multidisciplinarios y se requiere del compromiso del adicto. Lo que generalmente se recomienda, con respecto a éste punto, es lo siguiente:
-No hay un solo tratamiento que sea apropiado para todas las personas.
-El tratamiento debe estar fácilmente disponible en todo momento.
-El tratamiento efectivo debe abarcar las múltiples necesidades de la persona, no solamente su uso de drogas.
-El plan de tratamiento del paciente debe ser continuamente evaluado y, de ser el caso, modificado para asegurar que el plan se mantenga a la par con los cambios en las necesidades de la persona.
-Para que el tratamiento sea efectivo, es esencial que el paciente lo continúe durante un período adecuado de tiempo.
-La terapia individual y/o de grupo y otros tipos de terapias de comportamiento constituyen componentes críticos del tratamiento efectivo para la adicción. En este respecto uno de los programas más usados es el de los 12 pasos (en inglés twelve step program), que consiste en grupos de apoyo. La versión de este programa para alcohólicos es conocido como el grupo de Alcohólicos Anónimos.
-Para muchos pacientes, los medicamentos conforman un elemento importante del tratamiento, especialmente cuando se combinan con los diferentes tipos de terapia.
-En el caso de individuos con problemas de adicción o abuso de drogas que al mismo tiempo tienen trastornos mentales, se deben tratar los dos problemas de una manera integrada.
-La desintoxicación médica es solamente la primera etapa del tratamiento para la adicción y por sí misma hace poco para eliminar el abuso de drogas a largo plazo.
-El tratamiento no tiene que ser voluntario para ser efectivo.
-El posible uso de drogas durante el tratamiento debe ser constantemente supervisado.
-Los programas de tratamiento deben incluir exámenes para el VIH/SIDA, la hepatitis b y c, la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas, conjuntamente con la terapia necesaria para ayudar a los pacientes a modificar o cambiar aquellos comportamientos que les ponen a ellos o a otros en riesgo de ser infectados.
-La recuperación de la drogadicción puede ser un proceso a largo plazo y frecuentemente requiere múltiples rondas de tratamientos.
Como hemos podido revisar, la drogadicción es una enfermedad con terribles consecuencias para las personas, por lo que a los primeros indicios de la misma se debe consultar a un especialista en el campo.

23.6.09

Una sensación que engaña

Sara Aeschlimann murió a los 18 años, después de tomar una droga que ella creía que era Extasis. Varios ataques y hemorragia interna la llevaron a un estado de coma, y luego a la muerte. Su madre recuerda, "fue una muerte horrible".
Los adolescentes no se dan cuenta de que las drogas que se consiguen en la calle no son puras, y pueden ser mortíferas.
Y aunque algunos hablan de "la buena sen­sación" que les dan las drogas o el trago, cada pastilla, cada sorbo, cada fumada tienen un efecto devastador en el cuerpo y la mente.
Al breve frenesí de la cocaína le siguen sen­saciones intensas de depresión, nerviosismo y un deseo descontrolado de más cocaína. Esta droga puede causar ataques al corazón, de derrames cerebrales y serios problemas respiratorios, y también puede contribuir a sensaciones de paranoia, furia, hostilidad y ansiedad.
Los esteroides también tienen efectos perjudiciales, como impedir el crecimiento de los huesos, causar acné, tumores en el hígado, cambios repentinos de ánimo.
"Cuando veía a esos muchachos atléticos que tenían tanto éxito con las chicas, pensé que yo iba a ser igual", dijo un jovencito de 16 años. Y después de tomar esteroides durante un año, aumentó cuarenta libras y su personalidad se tornó violenta. "En la escuela me peleaba todos los días", recuerda. "Me arrestaban varias veces, me suspendieron en la escuela, y a mis padres ni les hablaba. Luego vino el acné. Fue tan feo que ni salía a la calle, no me veía con nadie. Todo eso tenía que terminar'.
Cualquiera sea la droga o la bebida, el frenesí no dura, pero el mundo y sus problemas estarán allí al día siguiente. Dice un adolescente: "Las drogas me daban una sensación de euforia intensa. Pero todo era ficticio estaba en una carrera desenfrenada hacia la muerte. Y hoy doy gracias por estar vivo”.

Que se alegren cuantos a ti se acogen, que estén de fiesta los que tú proteges. Que estén de fiesta los que tú proteges. Salmo 5, 12.

El Jesús que nunca conocí: La Tentación

Estoy leyendo un libro del autor cristiano Philip Yancey, titulado como he titulado el post: “El Jesús que nunca conocí”.

¿Lo recomiendo? ¡ Sí ! Lo recomiendo, (re-comiendo).
En él, el autor comenta su viaje en 1991 a Rusia en tiempos en que el impreio de la Unión Soviética se estaba desintegrando.
Pudo comprobar según sus propias palabras que “setenta y cuatro años de comunismo habían demostrado, más allá de toda duda, que la bondad no se podía legislar desde el Kremlin y obligarse a punta de pistola. Resulta una ironía contundente que los intentos de obligar a la moralidad suelen producir personas desafiantes y gobernantes tiranos que pierden su sentido de moral“.
Esta última frase en negrita es aplicable (literal y prácticamente en su totalidad) a algunas congregaciones evangélicas de la actualidad.
Inmediatamente después de presentar esta experiencia, Philip Yancey hace una analogía entre el poder de Satanás y de Dios, mencionando la lucha en el desierto entre Jesús y su tentador.
El autor haciendo una paráfrasis de dicho diálogo comenta:
La tentación desenmascaró a Satanás, y Dios siguió siendo el mismo. “Si eres Dios”, dijo Satanás, “sorpréndeme y actúa como Dios debiera actuar”. Jesús contestó: “Sólo Dios decide estas cosas, por lo tanto no voy a hacer nada sólo porque me lo pidas.”
El diablo tiene el poder de coaccionar, de deslumbrar, de forzar a la obediencia, de destruir. Los humanos han aprendido mucho de ese poder…
… El poder de Dios, por el contrario, es interno y no coercitivo. Ese poder a veces puede parecer como debilidad. En su compromiso por transformar suavemente desde adentro y en su inquebrantable dependencia de la elección humana, el poder de Dios puede parecerse a una especie de abdicación. Como saben los padres y los enamorados, el amor se puede volver impotente si el amado decide desdeñarlo.
A veces desearía que Dios empleara un toque más fuerte. Mi fe sufre a causa de demasiada libertad, de demasiadas tentaciones de incredulidad. A veces deseo que Dios me abrume, supere mis dudas con certidumbre, brinde pruebas definitivas de su existencia y de su preocupación.
Deseo respuestas rápidas y espectaculares a mis oraciones, sanidad para mis enfermedades, protección y seguridad para mis seres amados.
Cuando pienso en estos términos, veo en mi mismo un eco débil y resonante del desafío que Satanás le lanzó a Jesús hace dos mil años.
Dios resiste estas tentaciones y opta por una forma más lenta y discreta.
George MacDonald dijo:
En lugar de aplastar el poder del mal con su fuerza divina; en lugar de imponer justicia y de destruir a los injustos; en lugar de establecer la paz mediante el gobierno de un príncipe perfecto; en lugar de juntar a los hijos de Jerusalén bajo Sus alas, quisieran o no, para salvaguardarlos de los horrores que angustiaban su alma profética, dejó que el mal hiciera su labor mientras pudiera; se contentó con los caminos lentos y desalentadores de ayudar en lo esencial; hacer buenos a los hombres; arrojar, y no simplemente controlar, a Satanás…Amar la justicia y hacer que crezca, no desquitarse…Resistió todos los impulsos de actuar más rápidamente para conseguir un bien menor.
Y continúa Philip Yancey: Lo más sorprendente de Dios es su negativa a actuar. La terrible insistencia de Dios en la libertad humana es tan absoluta que nos dio poder para vivir como si Él no existiera, para escupirle el rostro, para crucificarlo. Todo esto lo tuvo que saber por anticipado Jesús cuando se enfrentó con el tentador en el desierto, centrando su grandioso poder en la fuerza de refrenarse.
Creo que Dios insiste en refrenarse porque ningún despliegue pirotécnico de omnipotencia conseguiría la respuesta que desea. Aunque se puede obligar a la obediencia por la fuerza, sólo el amor puede producir una respuesta de amor, que es lo que Dios desea de nosotros y la razón por la que nos ha creado.
Hasta aquí el increíble texto de Yancey. Ese “poder de refrenarse”… ¿quién lo posee? Algunos cuentan hasta diez antes de explotar, otros ni recuerdan el “uno” que ya están rojos de ira. Pero, poseer TODO el poder y refrenarse por amor, es algo inconmesurablemente hermoso.
Este freno de Dios, es precisamente una demostración del increíble poder de Dios. Quien sabe contenerse. Sabe soportar. Es generoso en paciencia.
En otro párrafo, Yancey menciona que Jesús no pretendía convencer a nadie que lo siga. No se lo veía con la Torá persiguiendo a nadie que no quisiera escuchar. Su auditorio se acercaba a la fuente.
Ocasionalmente, Jesús pasaba por algún camino y conversaba con alguien, pero jamás presionó a nadie respecto de tomar decisión alguna. Al joven rico, le dijo qué debía hacer, pero como Su respuesta no era lo que el joven adinerado había ido a buscar, se volvió por su camino. Jesús sólo lo miró alejarse con dolor y “lo amó” dicen las escrituras.
Es muy distinto a las “estrategias de evangelismo” o hasta el uso de diversos tipos de engaño para convencer a alguien de que asista a una reunión, haciéndole creer que sólo escuchará música, cuando sabemos que lo arrastraremos hasta el momento de la oración.
Jesús no usó ningún tipo de violencia para convicción de sus amados. No utilizó las palabras para engañar a sus amigos, ni para ejercer poder sobre un tercero.
Se movió por la tierra según la voluntad de Dios hasta cumplirla por completo en la cruz.
Eso es saber refrenarse y amar. No otra cosa.
Que el Señor los bendiga !

24.3.09

"DIOS NOS DA PROTECCIÓN CUANDO VAMOS A ÉL"

Salmos 27:3 Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque en mi contra se levante guerra, a pesar de ello, estaré confiado. 4 Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para meditar en su templo.

Cuando estemos siendo perseguidos, cuando acampen contra nosotros los enemigos, aprendamos de David y pidamos una cosa a Dios y es que habitemos en su casa. David no pidió venganza ni tropiezo para sus enemigos, sino que pidió y buscó habitar en la casa de Dios, todos los días de su vida y esto es un ruego para que Dios no permita que él se vaya al mundo. David quería ser fiel y constante a Dios, porque sabía que solo en su casa es que puede estar el corazón confiado, sin temores, encontrar refugio, y el oportuno socorro. LBA Salmos 27:5 Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo; en lo secreto de su tienda me ocultará; sobre una roca me pondrá en alto. 6 Entonces será levantada mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan; y en su tienda ofreceré sacrificios con voces de júbilo; cantaré, sí, cantaré alabanzas al SEÑOR. 7 Escucha, OH SEÑOR, mi voz cuando clamo; ten piedad de mí, y respóndeme. David había experimentado lo que era tener una vida escondida en Dios, un alto refugio, vivir delante de su presencia. Y la forma de llegar a su morada es a través de la oración, la alabanza y la adoración a nuestro Dios. Cuando estemos angustiados, perseguidos escondámonos en su habitación, orando, dando cánticos de alabanza y adoración y Dios levantará nuestra cabeza, nos pondrá sobre la roca y nos dará el gozo y la paz que solo El puede dar.

¿FUE DIOS QUIEN ME SACO DE LAS DROGAS?

Sí…. ME SACO !!! El tema es que a veces algunos me dicen: “Claro, te cansaste de esa vida y por tu fuerza de voluntad quisiste salir de ahí…”

O cuando les digo que tuve un encuentro con Dios me dicen: “Claro… A vos, te hizo bien la religión”.
Error en ambas suposiciones…

La religión no me hizo nada.
Pero mi nueva relación con Dios sí.
Lo más importante para reconocer que fue un milagro es que YO NO QUERIA SALIR DE LAS DROGAS !!!

Estaba muy feliz en ese mundo y predicaba el libre consumo de la marihuana…
Creía que las drogas iban a salvar al mundo del desastre.
No conocía nada mejor !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Hasta que…
Mi encuentro con Dios no tuvo grandes luces… No cayeron relámpagos, no vi ángeles venir a mi, no alcancé a sentir una sensación temblorosa que me recorriera el cuerpo, no escuché ninguna voz que me hablara, no pasó nada de eso.

Lo único que pasó (y que me “flasheó”, como se decía en mis momentos de adicto, -hoy quizá en ese ambiente las palabras hayan cambiado-) fue que estaba en un éxtasis con marihuana, cocaína y alguna resaca de algunos días de haber probado el LSD (ácido lisérgico), y me sentía en ese momento más que cómodo con mi vida.
Ya había planeado mis próximos años, y hasta soñaba con poder llegar a Italia en un viaje sin regreso para probar la heroína.
En esos planes tan serios y prácticos me encontraba, hasta ese día. Ese instante… Ese segundo vital !
De pronto, se estacionó mi mente…. Se terminó el viaje. Quienes alguna vez hayan probado la droga, sabrán que de un “viaje” se tarda un poco (bastante) en regresar al estado de “careta”, limpio, o como se le quiera llamar, que el resto de la gente llama “realidad” o “normalidad”.
Para mí la “normalidad” era estar bajo el efecto de alguna sustancia. El resto había pasado a ser superficial, materialista y fuera de “mi” realidad.

Quiero comentar lo que me sucedió en ese segundo, cuando realicé esa oración…
Era una oración que me guiaron a realizar mientras mantenía mis ojos cerrados, en donde decía frases como: “Señor Jesús… Vengo a tí, para pedirte perdón por mis pecados… Creo que tu muerte en la cruz fue por mi… Límpiame y te pido que me hagas nacer de nuevo, quiero ser una nueva persona. Dejar lo que era y conocerte más…” etcétera (sólo quería citar en parte la oración para que comprendan de qué se trataba).
Aclaro que en un primer momento pensé: “Sólo voy a repetir aquellas cosas que me parezcan correctas decirle a Dios. No pienso repetir tontamente cualquier cosa que me digan que debo repetir… ”

Al ir repitiendo esas palabras, sin mucha conciencia de lo que estaba haciendo… noté que mis palabras no estaban siendo dirigidas a una pared, ni que eran simples palabras mencionadas al aire… Había “algo” escuchándolas… ¿sería Dios?
Eso me hizo pensar “¿será posible? ¿estaré realmente hablando con Él?” y continué…
En mi vida jamás había hablado con Dios, por el contrario, varias veces le había retado a gritos que (en caso de existir) se presentare delante de mi para que demostrarme esa realidad.
Recuerdo que en ocasiones golpeaba las paredes con mis puños hasta sangrarme, envuelto en una explosión de angustia y odio, diciéndole: “¡parate enfrente de mi ahora!”. (Por suerte jamás acudió a mi violenta cita, hubiera sido caótico para mi).

Pero ese día fue distinto. Ahora lo puedo ver bien. Yo, como criatura de Dios, le estaba poniendo requisitos al Autor de la vida para que hiciera las cosas a mi antojo… Y Dios no permite ningún tipo de presiones… No “negocia” del modo que la criatura quiere, sino que posee un modo sencillo (más sencillo de lo que cualquier ser humano pudiera concebir) que consiste en amar, de un modo que ninguno de los humanos -con excepción de Jesucristo Hombre- podría amar a sus semejantes, ni aún a sus propios hijos.
Jesús, vino al mundo, cumplió con todas las profecías que venían hablando de él desde miles de años antes, y centró en la cruz el paso del hombre al cielo. Él, Jesús, es el único puente que comunicaría al hombre con Dios.

Jesús no se cansó de afirmar cosas como: “Yo soy la puerta de las ovejas”, “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, “Yo soy el buen pastor, que da su vida por las ovejas”.
En primer lugar, o era un completo lunático o, en segundo lugar, decía la verdad. Yo creo que decía la verdad. Ahí está la diferencia. Creer. “El que creyere y fuere bautizado será salvo, el que no creyere será condenado”.
Por otra parte… pensar hoy que él era un lunático o que estaba loco, es no reconocer lo evidente, tanto actual como históricamente, ya que la mayoría del mundo gira en torno a él (antes y después de Jesucristo), o en el caso de los judíos que no han aceptado que él era el mesías y poseen su propio sistema calendario, lo consideraban un rabino (maestro). Es algo difícil que se considere loco a alguien a quien su sabiduría y reconocimiento lo convertía en un maestro de su época.

Si no hubiera tenido esta experiencia con Dios, hubiera siempre creído lo primero… nunca lo segundo.
Ahora comprendo que NADA puede salvar al mundo del hombre, que es quien causará por sus propios méritos (con su mente tan orgullosa y “finita” -lo contrario a infinito-) la destrucción del medio en que vive.
Ignoro si será por una guerra (calculo que sí por los escritos bíblicos) o por mero descuido (explosiones de depósitos nucleares, recalentamiento global por mal uso de los recursos naturales, etc).

El tema es que el mundo tiene un final.
Yo estoy seguro del lugar que voy a ocupar cuando todo esto termine. (Puede que muera antes y no vea con mis ojos físicos ese desenlace, pero no me atormenta ni me quita el sueño verlo).
Mi lugar será cerca de Dios. Muuuuuy cerca de Dios.
El tema es…. la gente que día a día vaga por este mundo (sí…. amigo !!! Estás incluído en este grupo)… ¿Estará segura del lugar que ocupará cuando deje este mundo?
Espero que todos crean. Que todos conozcan lo que yo he conocido.
Algo que me alejó de las drogas cuando no estaba en mis planes dejarla.
¿Si me costó algún esfuerzo dejar las drogas? Ninguno.

¿Estraño aquellas épocas de locura? Ni por un instante. Es más, no quiero tener nada que ver con la droga, excepto en poder ayudar a aquellos que sufren esa vida de esclavitud a un “porro” o cigarrillo de marihuana, a una “línea” o “saque” de coca, a un “pico” o inyección de alguna sustancia, a una “pepa” o LSD…

¿Cómo ayudarlos? Del modo que está a mi alcance y que es mostrándoles que hay algo mucho más allá de la droga, cuyo efecto es mucho más alucinante que cualquier cosa de la naturaleza o producto químico que pueda alterar nuestros sentidos por unos minutos, horas o quizá días…
Si tuviera que describir a Jesucristo como una droga, les comentaría a quienes aún son adictos que podría considerarse que el “efecto” de estar un segundo a solas con Jesús, es como una droga que se consume en un segundo y cuyo efecto dura toda la vida !!!

Creo que la vida hay que tomársela con un poco de buen humor pero ser coherente con las cosas que cree y por las que vive. Pero por sobre todo, sin Dios, esta vida no vale un centavo.
"Clama a mi y yo te respondere" (jeremías 33:3)

23.3.09

"CLAMA A MI Y YO TE RESPONDERE"

Cuando te sientes acabado, pensando que el problema es demasiado, que no hay respuesta y buscas ayuda y tal parece que todo esta en contra tuya, y solo estas tu y tu problema.

Muchos tal vez te han dicho que estas acabado, que el alcoholismo te a ganado, o que la droga es mas fuerte que tu!!!!!! Muchos se burlan al verte y tu piensas que eres “Drogadicto”,y tu padre se avergüenza de ti, que todo esta perdido...

¡¡¡Han perdido una batalla mas no guerra!!!Por que si hablamos de guerra conozco a “Alguien” que nunca a perdido ni siquiera una batalla, por que El no conoce el miedo, El esta esperando que le pidas ayuda EN ESTE MOMENTO!!!¿Te preguntaras como le hago? es fácil El dijo:

“CLAMA A MI Y YO TE RESPONDERÉ Y TE ENSENARE COSAS GRANDES Y OCULTAS QUE NO CONOCES.” (Jeremías 33:3)
Solo abre tu corazón y dile Señor Jesús Te necesito, Te reconozco como mi único Salvador solo Tu puedes ayudarme. Solo Tu puedes tomar mi problema, perdoname y ayudame.Pon mi nombre en el Libro de la Vida. Te invite a entrar en mi corazón y Te acepto como mi único Señor y Salvador Jesucristo.

¿Es fácil verdad?. Acabas de invitar a Dios a entrar en tu vida.Solo El te pude ayudar. Dios Te Bendiga

Y Recuerda podemos ayudarte, solo escribenos si estas desesperado y quieres salir del “VICIO”